El comentario de hoy, martes 24 de septiembre 2024
El pasado sábado, en lo que fue su última gira de trabajo por territorio oaxaqueño, estuvo aquí el presidente López Obrador. Trajo, como desde hace meses por todo el país, a su sucesora, la presidenta electa Claudia Sheinbaum. Según información oficial, vino a supervisar los trabajos de la carretera Mitla-Tehuantepec, entre otras tareas, la misma cuya terminación ofreció en pasadas giras, pero que, por lo visto, no será realidad. Queda pendiente pues, a casi 24 años de haberse iniciado los trabajos.
Aproximadamente en el año 2000, el ex gobernador José Murat inició las gestiones, las cuales se prolongaron en las administraciones de Ulises Ruiz, Gabino Cué y el propio Alejandro Murat. Es decir, no es obra de este sexenio, sino el corolario de al menos cinco administraciones, incluyendo la del gobernador Salomón Jara.
Dicha vía carretera ha sido, algo inédito en el país, entregada en partes. Durante la gestión del ex gobernador Cué Monteagudo, se abrieron a circulación dos tramos. Uno, de Mitla a Albarradas y otro, de Santiago Lachiguiri a Tehuantepec.
Respecto a la súper carretera a la Costa, inaugurada con bombo y platillo en el mes de marzo pasado, vale la pena comentar que, dicha vía, en siete meses, ha puesto en entredicho algunos males estructurales o de proyecto, que se han traducido en deslaves, derrumbes, accidentes, etc.
Sin embargo, a lo que vamos es a lo siguiente. El mérito de un gobierno debe ser iniciar una obra y terminarla. No es para echar las campanas al vuelo haberla encontrado ya iniciada, ofrecer su terminación y aún dejarla casi como estaba.
La vía a la costa se inició, si la memoria no me falla, en los años 2007-2008. Fue durante la gestión del ex gobernador Ulises Ruiz y del ex presidente Felipe Calderón. Empero, avanzó con grandes dificultades. Desde esos años se pagó a las comunidades el derecho de vía. Sin embargo, al menos cinco constructoras fueron abandonando el proyecto, en virtud del alto costo, descapitalización, chantaje de las comunidades o los eternos líos agrarios. Poco avanzó en el régimen de Gabino Cué. Y aunque Alejandro Murat ofreció en campaña terminarla, junto con la del Istmo en 15 meses, ello fue un rotundo fiasco.
En algunas de casi 40 giras de trabajo que ha realizado a Oaxaca López Obrador, desde el inicio de su gobierno, la obra al Istmo se ha supervisado una y otra vez. En días termina su período y la sigue supervisando. Es decir, del casi 50% por ciento que tenía de avance, el resto no se pudo concluir.
Los caminos comunitarios son otra historia. En algunas comunidades se refleja con nitidez el éxito, pero en otras no. Por ello, para el futuro había que evaluar si la política de encomendarla a las mismas autoridades y no a profesionales, fue la mejor estrategia. (JPA)